miércoles, 10 de agosto de 2016

"EL VALOR DE LA IMPECABILIDAD"



Significado de la palabra impecabilidad.-

Tiene 3 significados:
·          ·         Se aplica a la actuación de una persona o cosa que no tiene ningún fallo o error.
·           Que no tiene ningún defecto, mancha o imperfección.
·          Que no puede pecar.

Para poder entender bien el valor de la impecabilidad la dividimos en dos, la impecabilidad personal como la impecabilidad laboral que nos ayuda mucho en el área de nuestros deberes tanto del trabajo como de los estudios y actividades.

La impecabilidad personal.-

En la búsqueda de nuestro bienestar emocional, un factor esencial a tener en cuenta es el manejo correcto de la energía. Como seres humanos, contamos con una cantidad limitada de energía, que malgastamos al enojarnos, hacer corajes, tomar lo que nos dicen a la tremenda, o no tener bien en claro qué es lo que efectivamente deseamos. Para mejor canalizar esta energía y recargar nuestras pilas diariamente, hay dos conceptos que nos ayudarán enormemente: la impecabilidad y la importancia personal.
Ser impecable implica erradicar las situaciones que consumen gran cantidad de nuestra energía, como por ejemplo, no tener un objetivo claro de qué queremos lograr, o permitir que la opinión o el juicio de otras personas nos influyan al punto de afectar nuestros patrones de comportamiento.
¿Cómo lograr ser impecable, sin que la energía se evapore en el camino? Una premisa básica que se aplica a cualquier fin que nos propongamos alcanzar es la importancia de tener una meta clara y definida. 
Además, es necesario tratar de imaginarse el arribo a la meta: “¿Cómo te verás al cumplir tu objetivo? ¿Qué frases de aliento o de felicitación te dirás? ¿Qué sensación en particular te embargará?” Detallar todas estas variables resulta fundamental para individualizar el momento preciso de llegada al fin tan esperado.
La importancia personal suele provocar malos entendidos y situaciones incómodas que, nuevamente, atentan contra nuestro buen manejo de la energía, ya que la desperdiciamos en un esfuerzo denodado por tener razón para convencer al otro, en vez de, simplemente, escucharlo, tratar de comprender qué quiere decir con sus palabras, entablar una conexión, sopesar la respuesta que estamos recibiendo y apostar a una comunicación fluida, desde una posición más relajada.

La impecabilidad laboral.-

La otra vez en un congreso de universidades y empresas hablaban de lo importante que es fomentar en las empresas la cultura de la impecabilidad. 
Ellos parten de la idea de que en una empresa, diariamente, se tejen redes de peticiones y compromisos. Procesos, rutinas de trabajo, políticas… todo el funcionamiento puede desmenuzarse como peticiones y compromisos.
Cuando estos están mal hechos o no se cumplen, las personas sufren estrés, enojo, frustración, desmotivación, etc. Y esto afecta a todos: empleados, clientes y proveedores. Cuando están bien hechos (o se cumplen), todo fluye y es más fácil. 

Ser impecable básicamente significa cumplir con lo que uno se compromete o hacerse responsable de lo que uno no puede cumplir. Por ejemplo, si nos piden algo y decimos que lo haremos para determinado momento, cumplir. Si dijimos que íbamos a asistir en un determinado horario a una reunión, hacerlo. Y, en aquellos casos que no podemos cumplir, asumir la responsabilidad de decirlo y ver la forma de compensar al otro. Ser impecable no significa ser infalible o no poder fallar nunca. Eso pasará siempre. Ser impecable es gestionar el no cumplimiento.

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